El arte de mirar al techo es la preferida de filósofos, poetas, procrastinadores y depresivos en general. Consiste en dirigir su mirada, libre de todo y cualquier sentimiento, para el techo por largos minutos.
Es necesario estar atento a la postura y tener concentración máxima, por eso, indico un ambiente tranquilo, silencioso, con buena iluminación. De preferencia, una habitación, con una cama debidamente ordenada. El sonido de su preferencia, por ejemplo, me gusta escuchar Billie Holyday, Radiohead, Björk, pero no tenga miedo, sea ecléctico. Con el ambiente preparado, si juega en la cama, no es necesario un traje especial, puede ser con la ropa que esté usando o simplemente, quede desnudo. Mantenga la distancia de los brazos al cuerpo y piernas moderadamente abiertas. Esto ayuda a sentir cada parte de su cuerpo independientemente. Mantenga el cuerpo recto y la cabeza firme, mirando hacia arriba, ojos fijos al techo. No pienses en nada. Sólo mire, sienta, viva el momento. No se mueva o haga proyecciones sobre la vida o la muerte. Ojos fijos al techo.
Para revertir la operación, mueva lentamente el cuerpo buscando los pies en el suelo y, poco a poco, volver al estado normal. No levante de la cama de una vez, quédese unos minutos mirando la pared y reflexionando sobre el estado anterior - mirar hacia el techo.
Pasado uno o dos minutos, vuelva la vida cotidiana.
Es necesario estar atento a la postura y tener concentración máxima, por eso, indico un ambiente tranquilo, silencioso, con buena iluminación. De preferencia, una habitación, con una cama debidamente ordenada. El sonido de su preferencia, por ejemplo, me gusta escuchar Billie Holyday, Radiohead, Björk, pero no tenga miedo, sea ecléctico. Con el ambiente preparado, si juega en la cama, no es necesario un traje especial, puede ser con la ropa que esté usando o simplemente, quede desnudo. Mantenga la distancia de los brazos al cuerpo y piernas moderadamente abiertas. Esto ayuda a sentir cada parte de su cuerpo independientemente. Mantenga el cuerpo recto y la cabeza firme, mirando hacia arriba, ojos fijos al techo. No pienses en nada. Sólo mire, sienta, viva el momento. No se mueva o haga proyecciones sobre la vida o la muerte. Ojos fijos al techo.
Para revertir la operación, mueva lentamente el cuerpo buscando los pies en el suelo y, poco a poco, volver al estado normal. No levante de la cama de una vez, quédese unos minutos mirando la pared y reflexionando sobre el estado anterior - mirar hacia el techo.
Pasado uno o dos minutos, vuelva la vida cotidiana.
Comentários
Postar um comentário